Existen varias formas de eliminar el óxido de los metales.
Aquí veremos métodos prácticos, con ingredientes que tenemos en casa.
Desde hace mucho que tengo este montón de plumillas, que no muy quería ponerme a la tarea de limpiar, pero parece que ya les ha llegado la hora.
MÉTODO 1 - VINAGRE
Primero veamos las plumillas oxidadas antes del proceso:
Luego, se ponen a remojar un par de horas en VINAGRE para no batallar. Después, se toma cada una y se tallan las plumillas con un viejo cepillo de dientes.
Es importante hacerlo con suavidad.
Y... voilà!
Como por arte de magia, las plumillas han quedado libres de óxido.
Se han puesto oscuras, eso sí y han perdido su brillo, pero están servibles de nuevo.
Hay que tener cuidado, tanto durante el tallado con el cepillo como con el secado con el trapo, de no dañar las puntas ya que son bastante delicadas. Cualquier deformación será el fin de la plumilla.
Recomiendo usar un trapo desechable y/o que no suelte pelusas, pues se atorarán fácilmente por doquier, estorbando a la limpieza.
Ahora ya se pueden usar de nuevo!
Aquí veremos: cómo quitarles lo oscuro.